“Yo quiero estar contigo porque te elegí aquí en la tierra y te conocí”
En este día me invitas a que vele y esté preparado. Me hablas de tu venida, que será una sorpresa, porque no sabré ni el día ni la hora. Quieres que esté vigilante, preparado, listo para recibirte.
En los últimos años el mundo se ha vuelto loco, ha habido tantos anuncios del fin del mundo… pero aquí seguimos, viviendo día con día. Sé que pocos hombres esperan tu venida, algunos piensan que son eternos y que nunca serán juzgados por sus obras. Otros quizás viven angustiados con el peso de sus faltas. Pero sé que tú vendrás lleno de misericordia. Una misericordia que implica preparación, pues sólo se recibe cuando quieres recibirla y tu corazón está abierto.
Yo quiero ser como el servidor prudente y fiel, a quien su señor pone a cargo de toda la servidumbre. Quiero ser dichoso porque he cumplido mi deber y tú al regresar me lo dirás con ternura y cariño: “has vivido el sueño que tenía para ti”. Sé que no me encargas algo material solamente, sino que tienes un plan divino y sobrenatural para mí.
Ayúdame a estar preparado, sabiendo que en realidad ya te tengo conmigo, pues tú te has quedado en la Eucaristía: “Yo estaré en medio de vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.» (Mt 28,20).
Que no se me olvide que espero un día tu venida definitiva, gloriosa, aquella donde separarás a los buenos de los malos. Yo quiero estar contigo porque te elegí aquí en la tierra y te conocí. Y conocerte es amarte y servirte a ti y a mis hermanos.
Meditar: Mt 24, 42-51
Propósito: Hacer una visita a la Eucaristía para prepararse junto a Jesús cada día para su venida. Si no se puede visitar a Jesús Eucaristía, hacer una visita espiritual.